martes, 28 de febrero de 2017

Resiliencia y factores protectores en menores infractores y en situación de calle

Norma Ivonne González-Arratia López Fuentes, José Luis Valdez Medina, Hans Oudhof van Barneveld y Sergio González Escobar.

Este estudio examina las características de resiliencia y su relación con algunos factores protectores, como hábitos de salud, autoestima, locus de control, enfrentamiento a los problemas y relaciones intrafamiliares en menores infractores y en situación de calle, con el propósito de identificar factores de personalidad con los que cuentan estos jóvenes para vivir bajo tales circunstancias. 

Se trabajó con una muestra de adolescentes que vivían en la calle, comparada con otro grupo de adolescentes que están en una escuela de readaptación de menores infractores, todos ellos del sexo masculino, de entre 11 y 23 años de edad.


Se considera a adolescentes en riesgo, a un menor que es infractor debido a que ha cometido algún tipo de delito, y en la otra, es un menor que hace de la calle su espacio de vida. Estos jóvenes son categorizados como grupos vulnerables.

Recuperado:
http://catrielinforma.com/wp-content/uploads/2013/09/jovenes-calle2.jpg
RESILIENCIA

Lo anterior lleva a pensar en la necesidad de estudiar a grupos de individuos que se encuentran en estas situaciones de riesgo, pero desde una perspectiva distinta, que es la resiliencia, la cual se enfoca en las capacidades, posibilidades, fortalezas y adaptación saludable, y provee un marco para que, más que centrarse en la patología, se estudien las condiciones que posibilitan un desarrollo más sano y positivo (Fiorentino, 2008).

En esta investigación se entiende que es el resultado de la combinación o interacción entre los atributos del individuo (internos) y los propios de su ambiente familiar, social y cultural (externos) que lo posibilitan para superar el riesgo y la adversidad de forma constructiva (González-Arratia, 2007).

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 http://cdn.ecoportal.net/var/ecoportalesl-ES/Resiliencia-Los-12-habitos-de-las-personas-resilientes.jpg
¿QUÉ ES UN FACTOR DE RIESGO?

Un factor de riesgo hace referencia a situaciones contextuales o personales que incrementan la probabilidad de desarrollar problemas emocionales, conductuales o de salud (Rutter, 1985, 1999). Fernández (2004) señala que identificar y reconocer los riesgos de un individuo, grupo o comunidad significa poder estimar la probabilidad de que se produzcan daños (Hein, 2004; Jessor; 1993). El enfoque de riesgo asume que entre mayor es el conocimiento acerca de los eventos negativos, mayor probabilidad hay de actuar sobre ellos anticipadamente para así evitarlos cambiando las condiciones que exponen a un individuo o un grupo a adquirir enfermedades o sufrir daños (Rutter, 1985, 1999).

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https://thumbs.dreamstime.com/z/corazn-factores-de-riesgo-62544704.jpg
FACTORES PROTECTORES

En cuanto a los factores protectores, estos son entendidos como las condiciones que impiden la aparición del riesgo, disminuyen la vulnerabilidad y favorecen la resistencia al daño. Se consideran como tales las fuerzas internas y externas que contribuyen a que la persona resista los efectos del riesgo, e implican variables genéticas, disposiciones personales y factores psicológicos, situacionales y sociales.

Dentro de los factores protectores considerados internos es posible distinguir variables tales como la autoestima, el locus de control, los estilos de afrontamiento y los hábitos de salud, que están presentes en las personas resilientes (Manciaux, 2003; Suárez, 1997; Wolin y Wolin, 1993). Entre los factores protectores externos o ambientales que promueven la resiliencia se destaca fundamentalmente la familia (Munist, Santos, Kotliarenco y cols., 1998).

Adolescentes de la calle

En México, se reporta un aumento de menores en la calle en los últimos años. La UNICEF, México y el Gobierno de la Ciudad de México registraron en el periodo de 1992 a 1995 a 13,373 menores que vivían o trabajaban en la calle, con un índice anual de crecimiento de 6.6 %. Los sistemas asistenciales, como el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en el año 2000 tenía censados a 43,797 niños en la calle en todo el país.

Dentro de los factores protectores considerados internos es posible distinguir variables tales como la autoestima, el locus de control, los estilos de afrontamiento y los hábitos de salud, que están presentes en las personas resilientes (Manciaux, 2003; Suárez, 1997; Wolin y Wolin, 1993). Entre los factores protectores externos o ambientales que promueven la resiliencia se destaca fundamentalmente la familia (Munist, Santos, Kotliarenco y cols., 1998).

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http://www.elpuntocritico.com/images/fotos2015/0415/infractores.jpg

Adolescentes infractores

En 2005, específicamente en el Estado de México, 12.2% de los infractores era varones adolescentes. Asimismo, las estadísticas judiciales en materia penal reportan una cifra de 10,640 sentenciados y registrados en los juzgados federal y de primera instancia en el año de 2009, así como un total de 2,326 procesados de entre 18 y 19 años de edad (INEGI, 2011).

Considerando que existen factores de riesgo y protección que actúan simultáneamente en el desarrollo de los jóvenes en estas condiciones, lo que hace que algunos sean más vulnerables que otros (Paludo y Koller 2005), cabe preguntarse acerca de la resiliencia en una muestra de jóvenes mexicanos que viven en la calle y de jóvenes que se encuentran internados en un centro de readaptación social.

RESULTADOS

En el caso de los jóvenes infractores, se encontró un elevado índice de consumo de alcohol y tabaco, lo que puede explicarse debido a que el consumo de drogas y alcohol ha tenido un considerable incremento en esta institución de readaptación social.

Los adolescentes que muestran un nivel bajo de resiliencia manifiestan mayor devaluación social, requieren cubrir mayores expectativas sociales y muestran más aspectos negativos en su autoestima y seguridad.

Los jóvenes de la calle consideran como uno de sus recursos psicológicos la unión y expresión (relaciones intrafamiliares) en mayor medida. Este hecho indica una diferencia importante entre las situaciones de riesgo; a pesar de que no cuentan con el vínculo familiar, desarrollan fuertes lazos de amistad y los amigos pasan a ser como una familia y una forma de ampliar su red de apoyo, alejándose así del sentimiento de abandono y soledad vividos (cfr. Munist y cols., 2007; Neiva-Silva y Koller, 2007).

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Los menores infractores muestran puntajes menores en las dimensiones de unión, expresión y aspectos positivos de la familia, lo que posiblemente se relaciona también con el papel que puede desempeñar la familia en la delincuencia. La desorganización familiar y la falta de comunicación entre padres e hijos son elementos que potencialmente se relacionan con la delincuencia juvenil, al menos en México. Así, las condiciones desfavorables o adversas en el hogar pueden llevar incluso a que la familia funcione como un factor criminógeno.

El estudio evidenció diferencias estadísticamente significativas entre los participantes con altas puntuaciones en resiliencia, quienes mostraron relaciones intrafamiliares más favorables (unión y expresión) y locus de control interno, mientras que el grupo con baja resiliencia presentó menor autoestima, mientras que una menor resiliencia se asocia con mayor inseguridad, devaluación, expectativas sociales y aspectos negativos de la autoestima.

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